Andalucía es de los andaluces y basta con mezclarse con ellos para respirar el lado más genuino de esta región. Pocos lugares del mundo cuentan con un pasado tan extraordinario y una belleza colosal. Heredero de un rico legado romano, musulmán, judío y cristiano, el sur de España destila alegría y bullicio en cada una de sus calles y plazas, y en sus singulares edificios Patrimonio de la Humanidad. Son sus famosas procesiones de Semana Santa las que emanan sentimientos profundos e impregnan el ambiente, no solo con el olor a incienso y azahar, sino también con el sonido del silencio de una multitud respetuosa. Andalucía emociona.

Con miles de años de historia y un extraordinario legado artístico, Andalucía vibra y es que esta tierra mágica, cuna del flamenco y madre del caballo español, tiene un color especial por ser sol y volantes, folclore y guitarra española, fervor y pasión. ¡Andalucía y olé!

Pero Andalucía es también una joya de la naturaleza, en la que podemos encontrar de todo, desde playas, con personalidad propia, hasta valles de paisajes naturales, donde se despiertan nuestros sentidos para disfrutar. Andalucía está viva.