Fascinante y variado, son los dos adjetivos que definen a Portugal, el país del fado. Ciudades vibrantes, playas gloriosas y soleadas, arquitectura impresionante, paisajes hermosos y mágicos, grandes museos, monumentos históricos y gente encantadora que te hará amar esta tierra. Portugal es un país con algo para todos.
Cuando se visita Portugal parece que se viaja en el tiempo. Sus ciudades barrocas vendieron su alma en los años 60 y nunca miraron atrás. Así, disfrutarás de pequeñas tiendas y restaurantes que se han instalado en antiguas casas restauradas, donde el ambiente es aún más cálido de lo que puedas imaginar. Portugal te traslada al pasado, pero en tiempos modernos.
Para ser una nación relativamente pequeña, Portugal tiene una sorprendente variedad gastronómica basada en los productos regionales, destacando el pescado. Cada región tiene sus platos típicos, pero con un factor común: ingredientes sencillos e impecablemente preparados. Además, Portugal produce un aceite de oliva excepcional y lo utilizan en abundancia, haciendo aún más sabrosos sus platos. Portugal pondrá a prueba tu paladar.