Alentejo, la mayor región portuguesa y la más desconocida, alberga un variado abanico de paisajes vírgenes, ya que sigue siendo un destino alejado de los caminos trillados. Sus colinas onduladas, pueblos con castillos, granjas, campos interminables, bosques de alcornoques y árboles solitarios en los horizontes, forman su paisaje único. Esta romántica provincia es un lugar ideal para desconectar y encontrarse a sí mismo.

Además, es esta tierra donde se hospedan siglos de tradición vinícola y las últimas tecnologías del vino, consiguiendo un producto de gran calidad: algunos de los mejores vinos de Europa. Podrás ver el proceso de elaboración del vino de primera mano y aprender de la sabiduría de los viticultores locales. Alentejo te permitirá descubrir un sabor intenso jamás probado.

Évora, la capital de la región, es quizá la más conocida de las ciudades alentejanas por su templo romano y sus murallas medievales, pero no la única que bien merece una visita. Así, no olvides añadir en tu lista la espectacular ciudad fortificada de Elvas, las ciudades de mármol de Estremoz y Vila Viçosa, los deslumbrantes pueblos de las colinas de Monsaraz y Marvão y las ciudades históricas de Beja, Moura, Serpa y Mértola. Esta relajada parte de Portugal te iluminará.